martes, 8 de junio de 2010

Jacetania 2010 (Fernando Susin)


Por segundo año consecutivo, nos presentamos en Jaca con la intención de continuar la preparación para la prueba que nos marcamos como “importante”, y que en mi caso es la QH.

La verdad es que mi participación se puede resumir con algo tan simple y molesto como; pájara.

Los primeros kilómetros me sentía bien, pero, ¿cómo no iba a ser así? Frescos como estábamos, cuesta abajo y en pelotón… El primer puerto se subió a un ritmo frenético, recibiendo el sol mañanero en toda su plenitud. Al final del Alto de Puyeta (estamos hablando del punto kilométrico +/- 55) ya me notaba sofocado, con los primeros síntomas de vacío. Decido detenerme a beber en el avituallamiento, tomar algo de fruta… El año pasado no fue necesaria esa parada, por lo que algo no va bien del todo.

En el segundo e inmediato puerto, pierdo comba con mi grupete (Paco y Yago). Es un puerto cortito, por lo que no da tiempo a que las diferencias sean muy grandes, y al final del descenso, en el pueblo de Hecho, enlazo con ellos nuevamente.

Vamos un grupo considerable. La bajada es muy muy rápida. Al principio pienso que integrándome en el grupo no sufriré mucho y podré recuperarme para el plato fuerte del día, San Juan de la Peña. La realidad es que hay tirones continuos desde la cabeza del grupo, y no solo no recupero, sino que termino de “palmar” del todo.

Por necesidad, hago un alto en Puente la Reina. El aquarius caldoso que nos ofrecen no es el único reclamo. Se trata fundamentalmente de coger aire y bajar pulsaciones. Explico a mis amigos que de ahora en adelante hagan su propia carrera, porque mis sensaciones son las peores y mi único objetivo es terminar. Ambos fueron muy generosos y decidieron bajar el ritmo que ellos sí eran capaces de mantener.

Antes de ir siquiera a Jaca, surgían las dudas de si estaba muy próxima la prueba del 19 de Junio, de si daría tiempo a recuperar. Ante esto, y para que nos animásemos todos a correr la Jacetania, se “pacto” tomárnoslo con calma durante toda la prueba salvo en los puertos. El objetivo, sumar kilómetros y experiencia en carrera con pelotones amplios. El entusiasmo y la inercia de la propia carrera, creo que nos hicieron olvidar las premisas con las que fuimos. Eso sí, el único que lo pagó fui yo!!!

Nada más reanudar la marcha, soy consciente de que estoy literalmente roto y en los pocos y asequibles kilómetros que separan Puente la Reina de Santa Cruz de la Serós, tengo que parar por un inédito e intenso dolor en los pies, como si no me llegase el riego sanguíneo. Al bajarme de la bici para descalzarme, me da un tirón fortísimo detrás del muslo derecho y al suelo a intentar estirarlo… Es ahí donde soy consciente de que lo mejor que puedo hacer es retirarme y dar por terminado el “entrenamiento”.

Solo en una ocasión he padecido ese tipo de agarrotamientos brutales, mi primera QH ´08. En ese momento sí decidí continuar. De hecho, fueron muchas las ocasiones que me vi obligado a detenerme para estirar. Quizás tuviese mucho que ver el que era mi primera cicloturista, que me estuviera preparando con exclusividad para ello, que al final, por circunstancias desafortunadas, la tuve que correr sin compañía de amigos. El caso es que la suma de todo ello, hizo que en ese momento sí mereciera la pena sufrir. Pero a dos semanas de la Quebrantahuesos… mejor no forzar.

Yago se apiadó de mi situación y me “remolcó” a Jaca dando media vuelta hacia la nacional. Un terreno que nada tiene que ver con el puerto de San Juan de la Peña. Paco sí que quiso terminar ya que era la primera vez que corría esta prueba y pese a que conocía el terreno, nunca había subido el puerto en ese sentido. Al margen de todo esto, se encontraba con fuerzas y así se vio reflejado en el tiempo que hizo incluso después de tantas paradas e interrupciones.

Para más INRI, al día siguiente corrí la 10k por el compromiso que adquirí con mi pareja, ya que se está introduciendo en el mundillo del deporte, y no quise dejarla sola. Evidentemente, no sabía que iba a llegar al domingo en esas condiciones.

Conclusiones. Físicamente mal, pero anímicamente tocadísimo. Me temo que dentro de menos de dos semanas algo similar puede llegar a ocurrirme y ya es tarde para reaccionar. Analizando que es lo que pudo generar ese desagradable momento, descarto el desfallecimiento, porque durante la prueba me hidraté constantemente, tomé geles, fruta, barritas. Probablemente incluso mucho más de lo que estoy acostumbrado a ingerir, porque desde casi el comienzo me notaba flojo y lo quise contrarrestar. Eso sí, al llegar a casa, comprobé que pese a la panzada durante y después de la prueba, había perdido tres kilos.
Es obvio que fui por encima de mis posibilidades, y eso junto a que arrastro demasiadas semanas sin dedicar tiempo a rodar entre semana, hace que sea carne de cañón.

En fin, la suerte está echada… Indudablemente, se admiten y agradecen sugerencias, experiencias, consejos al respecto... Supongo que en la QH nos veremos las caras muchos de los chicos Asser, así que suerte y hasta el 19.

1 comentario:

  1. Hola soy Fernando Alquezar,arriba ese ánimo,seguro que en la QH lo das todo y te sale mejor, ese día es especial.Tómatela acorde con tu forma y según los entrenos que hayas hecho y seguro que te sale bien.

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