El pequeño municipio bilbilitano de MOROS acoge la sexta edición de la carrera ciclista denominada GRAN PREMIO MOROS. La prueba,organizada por el Club Deportivo Asser, contara con la participación de alrededor de 200 ciclistas.
Tambien habrá representacion del club en la cicloturista LAS GRULLAS a la que acudiran Fernando Susin, Jorge Lucia y Roberto Artal. Suerte para ellos. Algunos miembros del club asistiran a la quedada que hay en Sabiñanigo, y yo el domingo me desplazare a La Rioja para particiapar en La Clasica de la Rioja, cicloturista de 115km.
Asi que otro fin de semana que estaremos repartidos por distintas citas ciclistas,esperamos que todo vaya bien.
Saludos a todos y a disfrutar
Buenas!!!
ResponderEliminarHago un pequeño resumen de mi experiencia en la Cicloturista las Grullas,
Para comenzar, el amigo Jorge Lucia no pudo tomar la salida aquejado de un fuerte catarro. Lo intentó hasta el último momento, pero la noche previa a la cita, la pasó en blanco, lo que resultó determinante en su decisión de no hacerla. Al margen de él, otros amigos tomaron la salida. Paco Morandeira (Zaragoza), Pablo Condado y su padre Fernando Condado (Guadalajara). Personalmente partía con el inconveniente de haber pasado dos semanas sin rodar nada entre semana, ya bien por lluvias o por catarro en la últimos días. Catarro que por cierto pillé en la Ciclo de Calamocha…
Como viene siendo habitual en nuestras pruebas, llegamos justos de tiempo para la salida, aunque en esta ocasión sí funcionó el cuentakilómetros de inicio a fin e incluso pude organizar las cosillas necesarias para afrontar tantos kilómetros.
El tiempo no parecía que fuese a acompañar. Hubo nubarrones en distintos tramos de la prueba, pero nunca llegó a llover. Eso sí, el viento resultó un mal compañero de viaje en la mayor parte del trayecto.
Nada más salir de Daroca, un primer tramo de adoquín puñetero. Los fuertes y buenos van pasando y alejándose rápidamente. Nada más salir del pueblo, susto. El primer puerto de la jornada. Lo subimos a buen ritmo y frescos. Esto no ha hecho sino que empezar. Paco y yo llegamos a la cumbre prácticamente de la mano. Pablo y su padre lo coronan un poquito más rezagados. A partir de ahí, una zona de descenso. Nos metemos en un grupo que la verdad sea dicha, quizás fuese más rápido de lo que nuestras condiciones físicas lo permiten. A Paco se le sale la cadena sin ser yo consciente, y a la postre ya no le vería hasta cruzada la meta.
Llego al puerto de Used con el mismo grupo que desciendo. Van muy rápidos y temo pagar el esfuerzo en una prueba larga como esta. Consigo coronar dentro del grupete y para mi sorpresa, absolutamente todos paran en la cima. No entiendo nada… Continúo por mi cuenta.
El descenso resulta cómodo, pero una vez abajo, toca llanear y “repechear”. Consigo contactar con algún despistado como yo, que rueda solo. Hacemos un mini grupo y luchamos contra el viento. Mis nuevos compañeros se van quedando poco a poco hasta que nuevamente estoy solo. Intento mantener una velocidad constante sin sufrir en demasía. Sorprendentemente y después de las dos últimas semanas tan raras, me encuentro bien.
En estas me adelanta uno que rueda muy muy bien. Al comienzo no digo ni pío y me coloco a su rueda. A ver cuanto aguanto… Oye! Y qué bien se va aquí… El tío es muy majo. Conoce la zona y me va advirtiendo de qué es lo que nos espera. Decido entrar a hacer relevos. Al tiempo hemos cogido a varias personas y se forma nuevamente un grupete competitivo para lo que soy yo. Comienza el tercer puerto. Voy fino, incluso dejando en esos primeros kilómetros a gente atrás, pero al pasar por el primer avituallamiento sólido, tomo la decisión de parar. Ya he consumido alguna barrita y gel, pero no puede sentar mal algo de fruta. La parada es rápida, pero al montarme…
…nuevamente en la bici, rueda delantera pinchada!! Ya no es todo tan rápido como se preveía, pero lo que es peor, al retomar la subida, me noto mal.
ResponderEliminarSoy paciente y confío en entrar en “posición de sufrimiento”, pero no alcanzo el punto. Me adelanta uno, otro, todos!!! Soy incapaz de llevar un ritmo como el de antes. Psicológicamente estoy mermado y aun me quedan más de 80 kms. Incluso en los descensos y zonas llanas no puedo imprimirle fuerza al pedal. Ruedo por rodar. En solitario. Pasan unos 10 kilómetros en los que acepto que voy a sufrir mucho para llegar. El viento se hace notar.
Al superar el puerto de Torralba, alguien ahí arriba se ha apiadado de nosotros y hace que el fuerte viento nos de de culete durante casi 25 kilómetros. Sigo rodando sólo, con las mismas sensaciones de ir justísimo, pero quién sabe si será así hasta meta?. No es así, no… La carretera llega a un punto en el que gira bruscamente a la izquierda y “zas!”, en toda la cara!!!. Me hago una bola y me pongo a rodar todo lo que me da, que es muy poco. Delante, la carretera vacía. Por detrás, idéntico resultado.
Atravieso Tornos y en busca de mi salvación, echo la mirada atrás encontrando un grupo. Al adelantarme pienso que van, no uno, sino dos puntos por encima de mí. Pese a ello cojo rueda. En esta ocasión no puedo entrar a relevos… Seguir su ritmo es más que suficiente. Lo cierto es que me sacan de un mal apuro. Son de un club de Tauste. Que grandes las Cinco Villas!
Hacemos una parada en el último avituallamiento. Para mi gusto muy largo, pero no voy a ser tan descarado de meterles prisa ahora, jejeje. Toca el último puertecito y el descenso a Daroca. En estos últimos kilómetros disfruto de la bajada y abro un pequeño hueco con esta gente. Por fin la meta.
Ahí está Lucia esperándome para recoger mis migajas.
Una prueba más, alguna lección más aprendida, y sobre todo, haciendo todo lo que está en mis manos para llegar lo más fuerte posible a la QH. Próxima cita. Cicloturista de la Jacetania.